Constantemente recibo correos y mensajes por las redes de emprendedores, sobre todo de mujeres, que están llevando a cabo negocios innovadores super interesantes y piden nuestro apoyo para algún aspecto del emprendimiento o del emprendedor mismo. Y como es normal hoy en día, una de las primeras informaciones que me ofrecen son sus redes sociales para poder ver un poco más de sus productos o servicios.
Hace poco recibí un correo de una de esas emprendedoras invitándome a conocer un poco más de su proyecto en su cuenta de Instagram; de inmediato intento acceder y .... oh sorpresa: PRIVADA! . No pude ver nada y no lo podría hacer a menos que pidiera la autorización y tuviera la paciencia de esperar recibir la respuesta.
Las redes sociales son hoy día el principal medio de comunicación con tus clientes actuales y potenciales, así como con posibles proveedores, aliados, patrocinadores; y hasta para ver por dónde se va moviendo tu competencia.
Qué haces cuando llegas a un establecimiento comercial y lo encuentras cerrado en horario laborable? Lo más probable es que te vayas, cierto? Qué tanta garantía tienes de que ese potencial cliente se interese en regresar? El riesgo es muy alto, sobre todo si tienes muchas otras opciones alrededor que sí están abiertas y listas para recibirte.
Uno de los primeros consejos que damos a nuestros emprendedores sobre este tema es separar completamente sus redes personales de las del negocio. Para las personales siempre será una opción mantenerlas como un espacio privado donde te reservas el derecho de acceso. Sin embargo, las redes sociales de tu negocio o tu redes para tu rol profesional deberían estar siempre abiertas!
Lo que no se exhibe, no se vende!
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Xiomi
